Antes de nada, vamos a dejar una cosa clara: ESTE NO ES UN ARTÍCULO DE COCINA. Cuando hablamos de cookies y de Apple nos estamos refiriendo al tema que más inquieta a los marketeros desde que la compañía de California anunciara cambios muy significativos en lo que respecta a la privacidad de sus usuarios para su iOS 14. Teniendo en cuenta que las cookies son una herramienta básica para la analítica web y las campañas de publicidad online, se trata de un tema MUY importante en el marketing digital. Sigue leyendo para enterarte de cómo te afectará (o no) esta batalla épica.

Primero: ¿Qué son las cookies?

Venga va, empecemos por el principio. Una cookie es un archivo que la página web que visitas deja en tu navegador. Básicamente, su objetivo es recopilar toda la información posible sobre ti como usuarix y recordarla para tus futuras visitas (entre otras cosas). La información que obtiene ya se la has proporcionado tu mismx como tu edad, localización, idioma, sistema operativo de tu dispositivo, tipo de dispositivo, etc.

¿Para qué quieren esa información? En primer lugar, para mantener abierta tu sesión de forma que recuerde tus datos (muy útil a la hora de auto completar formularios). También para recordar los productos que añadiste a aquella cesta de la compra que abandonaste cruelmente. Y es útil para mantener las configuraciones como a ti te gustan, en aquellas páginas web que las permiten.

Pero el mayor valor que tienen las cookies es la inteligencia que proporcionan. Por un lado, son un filón de oro para la analítica web. Gracias a ellas se puede obtener una información completísima sobre el comportamiento de los usuarios y, básicamente, hace que Google Analytics puede existir y sea tan eficiente. Además, es imprescindible para hacer campañas de marketing de éxito (aunque no es el único ingrediente para conseguirlo), especialmente esencial en campañas de remarketing.

Tipos de cookies

Como pasa con las galletas reales (las que nos gustan de verdad), existen diferentes tipos de cookies. Como Apple no va a eliminarlas todas, conviene que conozcas cuáles son y en qué va a afectar esto a nuestra estrategia de marketing.

Cookies de sesión

Este tipo de cookies permanecen en el navegador hasta que el usuario cierra sesión en una página web. Es decir, hasta que sale de la página, cierra la pestaña o el navegador. Esto quiere decir que si has añadido un producto a un carrito, la web lo recordará mientras navegas por ella. Pero si cierras el navegador y vuelves a entrar dentro de una hora, tu carrito de la compra estará vacío porque no se ha guardado la información. Para que esto no ocurra, muchos usuarios prefieren acceder a las webs (aquellas que lo permitan) iniciando sesión con su usuario y contraseña.

Cookies persistentes

Son lo contrario a las anteriores: tienen una duración determinada de permanencia que va más allá del cierre de sesión. Puede ser de horas, días o incluso años. Este tipo de cookies recopila información de forma que guarde las preferencias del usuario, como el idioma que utiliza o la aceptación de cookies (lo sabemos, este ejemplo es redundante). Tras el tiempo establecido para que se guarde, se eliminan del navegador y desaparecen mágicamente. Bueno, mágicamente no pero, ya me entiendes.

Cookies propias

Este tipo de cookies son aquellas creadas por y para la web, con la intención de recopilar información sobre el usuario cuando este navega por la página. El ejemplo más ilustrativo (y más usado) es el de aquellas páginas que tienen diferentes versiones para cada idioma. Gracias a esta cookie, la próxima vez que visite la web no tendrá que volver a elegir el idioma adecuado porque esta ya lo recuerda.

Cookies de terceros

Aquí está El Dorado de la publicidad online. Se trata de cookies creadas y gestionadas por partes ajenas a la página web, pero que permiten rastrear el comportamiento y obtener los datos de los usuarios que la vigilan. ¿Quieres un ejemplo claro como el agua? LAS COOKIES DE GOOGLE ANALYTICS, así en mayúscula. Además, son las que nos permiten mostrar anuncios fuera de nuestra web. Son las responsables de que, tras visitar la web de una tienda de bolsos y mochilas, no dejes de ver anuncios con estos productos en banners allá donde vayas después. ¿A quién no le ha pasado? Su objetivo es ofrecer una publicidad optimizada en la que los usuarios reciban anuncios relevantes. Tras un tiempo activas, desaparecen.

Apple y las cookies

Ahora que ya sabemos qué tipos hay y para qué sirven, es hora de saber cuáles son las que Apple elimina y el impacto que tiene para el marketing digital. No son buenas noticias. El navegador Safari, nativo de los sistemas operativos de la marca californiana, no va a permitir que se obtengan datos de los usuarios a través de cookies de terceros. Aunque para los usuarios es toda una victoria en lo que se refiere a su privacidad, para los anunciantes es todo un quebradero de cabeza y un impedimento a la hora de recopilar información valiosísima.

Esto que puede parecer el fin de una era, lo peor que le ha pasado al marketing digital desde el nacimiento de Internet no es para tanto. Tengamos en cuenta que Google ya anunció que dejaría de utilizar este tipo de herramientas en el 2022, de forma que cada vez se respete más la privacidad e intimidad de los usuarios. Así que esta es una buena forma de avanzar a ese escenario, experimentando y descubriendo nuevas técnicas y herramientas. Al fin y al cabo, la publicidad ha sabido adaptarse mejor que nadie a los cambios. No ha desaparecido y no va a desaparecer, solo necesita darle al coco, echarle creatividad y reinventarse, como lo ha sabido hacer hasta ahora.