Podéis llamarme romántica. No me importa. Pero si algo tengo claro, cada día más, es que si no lo sientes no lo puedes comunicar. Da igual que hablemos de una creatividad publicitaria, de un reposicionamiento de marca, una cuña de ofertas, una planificación de twitter o la redacción de un publirreportaje. Hay algo más que oficio en comunicación, sea cual sea el medio que uses para transmitirlo.

Hay empatía.

Si de lo que se trata es de conectar con las emociones de nuestro público, es imprescindible ponerse en su lugar. Recuerdo con cariño, y de vez en cuando vuelvo a desempolvar, el libro de Santiago Rodríguez «Comunicación en Marketing Directo». Aprendí mucho y siempre lo recomiendo porque es valioso más allá de la figura del copy. Explica muy bien que cuando escribimos una carta a un target tenemos que evitar quedarnos con «mujeres de 40 a 50 amas de casa, rurales…» Debemos de profundizar para imaginar a esa persona y hablarla directamente a ella. Parece fácil… Os animo a intentarlo.

Hay actitud.

Ser curioso para indagar en el contenido, un tanto inconformista para buscar nuevos recursos, ser autocrítico para analizar con perspectiva nuestro trabajo y, sobre todo, vivir la profesión las 24 horas del día. No hablo de trabajar full time, hablo de tener en mente nuestros proyectos porque aunque sea un tópico, la creatividad está en todas partes: en el autobús, en casa de tus tíos o en plena naturaleza mientras haces una ruta de montaña. Siempre vuelvo a casa con nuevas ideas anotadas en mi iPod.

Hay sensibilidad.

Quizás ésta es una cualidad innata aunque creo que se puede ejercitar y potenciar. Tenemos la capacidad de acercarnos cada día a distintas formas de expresión artística (literatura, arte, cine, música, pintura…). Debemos aprender a mirar con distintas perspectivas, manteniendo la mente abierta, dejando que los sentimientos fluyan. Nuestra propia capacidad para emocionarnos con las pequeñas cosas que nos rodean nos ayudará a aportar a nuestros trabajos el sentido y la sensibilidad que se merecen.

Hay generosidad.

Igual que aprendes de los demás, intenta trabajar en un entorno colaborativo con compañeros y clientes. En nuestro trabajo es de vital importancia. Sigo sin entender por qué a determinados profesionales les cuesta tanto traspasar conocimiento. No contarle a un compañero algo que sabes hacer, no te va a ayudar a diferenciarte. Más bien lo contrario. Provocará que no avances. Y para avanzar y crecer a nivel personal y profesional, que es lo que todos queremos, debemos ser generosos.

Así es como me gusta enfocar mi día a día trabajando en algo que para mí es mucho más que un oficio.