Foursquare (@foursquare en Twitter) nació en 2009 de la creatividad y el genio de Dennis Crowley y Selvadurai Naveen. En diciembre de 2010, alcanzó los 5 millones de usuarios. En agosto de 2011 ya había superado, de largo, los 10 millones en todo el mundo.

Esta aplicación nos permite, a través del teléfono móvil o la web, geolocalizar y encontrar en el mapa emplazamientos de interés, valorarlos e incluso fotografiarlos, así como informar a nuestros amigos sobre nuestra ubicación a tiempo real, y compartir esta información, o no, en las redes sociales. Sin embargo, Foursquare ha trascendido su función original y ha convertido la geografía terrestre en un gran tablero donde los adultos -convertidos en niños con Smartphone- compiten entre sí para obtener premios en forma de medallas y puntos.

Manual de instrucciones

La mecánica es muy sencilla. Para empezar, debemos descargar la aplicación, completamente gratuita, al móvil, asociándola a Facebook, Twitter o el correo electrónico. Una vez dados de alta, Foursquare nos informa sobre aquellos contactos que ya están registrados. Cuando estos nos admiten en su mundo virtual -aunque no es obligatorio para ser usuario activo-, comienza el juego.

Allí donde haya una conexión de Internet, podremos abrir la aplicación y encontrar todos los lugares que, en un radio cuya extensión decidiremos, otros usuarios -o nosotros mismos- han situado en el plano: tiendas, restaurantes, monumentos, museos, instituciones, parques, eventos, etc. Debemos elegir bien qué personas queremos agregar a nuestros «amigos» o caeremos en la pesadilla de un Gran Hermano que nos controla a cada paso. Por esto, se desaconseja geolocalizar nuestro propio domicilio, dado que cualquier usuario que pase cerca sabrá exactamente dónde vivimos.

El vocabulario de Foursquare:

– Hacer check-in o fichar: Podemos traducirlo como un modo de anunciar: Estoy aquí, ahora. Cada check-in nos otorga un número variable de puntos, cuya cifra será mayor o menor en función de varias circunstancias. A partir de la puntuación obtenida cada día, subiremos o bajaremos en el ranking o lista que la aplicación establece con nuestros amigos: es una lucha por ocupar el primer puesto.

– Dejar un tip: Escribir un comentario o una crítica sobre el lugar donde nos encontramos, de forma que otras personas sepan, por ejemplo, si tal o cual restaurante es una buena elección para comer, cuál es su especialidad o si la atención al cliente es buena.

– Desbloquear un badge (medalla o insignia): Las medallas premian nuestros méritos. Por ejemplo, fichar con tres personas del sexo opuesto, en un barco, pasadas las tres de la madruga… Aunque ciertos badges son un privilegio al que unos cuantos -o uno sólo- pueden acceder. En octubre de 2010, el comandante Douglas H. Wheelock fue el primero en fichar desde el espacio, para ser el único poseedor de la insignia de Explorador Espacial de la NASA. En abril de 2011, Parker Liataud, un jovencito de 15 años, se ganó la medalla Last Degree al chequinear en el Ártico.

– Convertirse en mayor o alcalde: Ostentarás la alcaldía de un lugar mientras seas la persona que más check-ins ha hecho en el mismo. Esto desencadena una divertida dinámica en la que se lucha por derrocar alcaldes, desembocando en una competición muy divertida y en pequeños golpes de Estado.

Foursquare para empresas

Cada vez son más las empresas que descubren el enorme potencial que Foursquare supone para su negocio, aunque debido a la desconfianza que genera aún la comunicación 2.0, en España se están incorporando muy poco a poco a este juego global. Existen infinidad de formas de rentabilizar la presencia en Foursquare; tantas como la creatividad permita. Además, muchas son gratuitas. La más convencional consiste en asociar a nuestro negocio una promoción que premie los check-ins o las alcaldías de nuestros clientes por medio de regalos, sorteos o descuentos exclusivos. Así, aquel que acceda a Foursquare en Oviedo, encontrará, a día de hoy, hasta 30 promociones cercanas: desde una tienda de fotografía que hace un 50% de descuento en el revelado a cambio de un check-in, hasta un 5% menos del precio final para paquetes vacacionales en una agencia de viajes, una tapa de jamón en una casa de comidas, una botella de sidra en un chigre, una muestra gratuita de cosméticos en una farmacia, etc. Las posibilidades son infinitas y en este descomunal tablero terrestre el juego no ha hecho más que empezar. ¿Quién se apunta?